8.4.10

De verdad

-¿De verdad quieres que te sea sincero? Pues claro que me resulta atractiva. Me parece una mujer sencillamente brutal, tanto físicamente como ella en sí. Cada vez que me acerco no puedo dejar de sonreír y tener la sensación que podría estar así por siempre sin llegarme a aburrir. Sé que si insistiese, pasaría algo. Tal vez incluso congeniaríamos, lo pasaríamos genial, disfrutaríamos como pocas otras personas pueden llegar a disfrutar juntas. Sé que pasaría, es lógico pensarlo; sólo tienes que analizar cómo nos comportamos cuando estamos juntos e incluir en la ecuación besos, caricias y pasión. De ahí sólo puede salir arte. De ella sólo puede salir arte, y no se me da tan mal ser la brocha que la complementa. Pero no te preocupes, no busco nada con ella. No pelearé a través de cielo y tierra para que no sea tuya sino mía. No lucharé por demostrar que soy capaz de merecerla más, no tiene sentido. Dejo que intentes con tus estúpidos comportamientos mantenerla cerca de ti. Dejo que la hagas daño, una y otra vez; y consigas remendarlo con breves momentos de disfrute juntos. No busco humillarte, ni hundirte, ni demostrarle que puedo ser más que tú; no tendría sentido alguno. Sólo trato de disfrutar lo que pueda de ella. Sin más. Y si sucede, es porque apetecía que sucediera, y porque tenemos ambos el derecho de que si apetece... lo podamos disfrutar. Pero no busco quitarte nada; sobretodo porque no creo que sea tuya. El arte pertenece al que sepa disfrutar de ello; no al nombre que pone en la chapita al lado del cuadro. Forma parte de la cultura, y quien busque y se informe puede aprender a disfrutar de cada pincelada de su trazo. Ella es arte en todas sus variantes; en todas las acepciones del término, las excepciones e incluso las frases hechas que contengan la palabra. Ella es arte porque consigue pellizcarte el corazón de la manera que sólo el arte consigue lograrlo. Y no sólo el corazón, ¿nunca ha conseguido despertar tu libido el arte?

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