14.7.09

Este último va por ti, subnormal.

La música va a empezar. Me coloco bien las vendas de las manos, casi como un ritual ya que estaban perfectamente. Me anudo con un poco más de fuerza el cinturón y trato de mantener las mangas de la camiseta recogida. No, no busco que nadie mire mis brazos, pues no hay nada que ver y en estos casos no soy nada consciente de la gente que hay en la sala; sino busco la comodidad mayor, mayor amplitud de movimiento, mayor fuerza y, hay que reconocerlo, me veo mejor golpeando con los brazos al aire. Si, ya empieza la música, y logra ensordecer el resto de sentidos para dejarme llevar. Miro de reojo al monitor, aunque sólo sea por compromiso. Me lo sé perfectamente... golpeo hacia el pecho con el brazo derecho. Directo, duro, zas. Esquivo, golpeo, patada... cierro los ojos, me la sé ya, y así es más fácil ver al contrincante en el combate. Cada vez más duro, más rápido, más fuerte. Nada me para, porque nadie logrará parar este golpe. Zas. Cojo su cabeza y la golpeo repetidas veces con la rodilla. Una vez, y otra, y otra, hasta 54 seguidas, cada vez con más fuerza, con más ganas, imaginándome en cada golpe un rostro diferente hasta simplemente limitarme a imaginar mi rostro. Subnormal que eres, gilipollas. Gracias a la música no puedo pensar en nada más, pero en este momento me estoy golpeando a mi mismo. Das asco. Doy asco. Otro golpe. Otro más, pero este con todo el peso de mi cuerpo. Te voy a romper la puta cara, ¿sabes? Me voy a romper la puta cara a mi mismo... no creo que llegue a cambiar demasiado. Dejo de pensar. No me lo permito. Sólo otro golpe, más fuerte, más rápido, con grito incluido. El grito anula cualquier clase de pensamiento. Jia! Tenso todos los músculos de mi cuerpo. En el siguiente le voy a destrozar, sin duda. O le destrozo, o se me sale el puto brazo, pero este va con todo lo que me queda. Esa es la idea. Que me duela tantísimo el cuerpo que no sea capaz de sentir el dolor del alma. Sí, esa es la idea. Así que debo continuar, hasta que el cansancio me impida pensar en cualquier otra cosa que... en cualquier otra cosa. Otro golpe, con suerte este se lleva todas las ganas de seguir. A... no. Esas las perdí antes de entrar en la clase, se me había olvidado. Gilipollas que eres. Gilipollas que soy. Este último va por ti, subnormal.

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