4.9.10

Hadángel

Hadángel.
Esa es sin duda la palabra que elijo para describirte. Sí, es cierto, es una palabra inventada; o más que inventada el término sería la unión de dos palabras ya definidas, aunque no es totalmente fiel a su definición. Me explico. En primer lugar explico porqué uso términos fantásticos, aunque eso resulta claro a primera vista: tú es imposible que seas humana. Refiriéndome como humano a un animal imperfecto, limitado y con una serie de adjetivos intrínsecos en su naturaleza que, en muchos aspectos, en ti sólo se dan un aire a tus cualidades. Hay humanas bellas y atractivas; pero como toda cualidad animal tiene una limitación, cosa que en tu caso deja de existir o supera el umbral. Hay humanos que cuidan, luchan y son capaces de levantarse cuando no queda más; pero sigues estando a otro nivel, simplemente. Hay animales fogaces, protectores y juguetones; pero se mantienen a un nivel insuficiente para considerarlo comparación. Hay otras personas que ríen, e incluso que es agradable la sensación de provocar su risa; pero no son capaces ni de imaginar el resto de mortales la sensación de conseguir alegrar uno de tus malos días. Simplemente, es otro nivel, dudo francamente considerarte como humana.
La otra pregunta es porqué fusionar un Hada y un Ángel. El segundo, un ser celestial descrito en innumerables ocasiones como la obra maestra del Creador, dotados de una belleza sin par y capaces de deslubrar a cualquier mortal simplemente observarlos, llegando a considerarlo en su mayoría de ocasiones como un delirio o un espejismo de los sentidos. Siendo descrito así en numerosas ocasiones simplemente me parece escogido a la perfección. Hada... lo de hada es otro cantar. Es algo más mundano, más básico, pero por ello menos importante. No me refiero a tu tamaño, obviamente, sino a que... bueno, digamos que hay ciertos polvos que sólo pueden ser mágicos. Y... ¿No es eso lo que guardan las Hadas?

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