Vamos, nena

Porque la vida puede ser jodidamente maravillosa. Es fácil llegar a conseguir una felicidad casi suprema, que te permita disfrutar de todo a tal grado que parezca casi divino. Es sencillo y divertido. Vamos, nena, lo único que tienes que hacer es abrir esas piernas. Como si te fuera a doler, que la lengua es blandita.