Cuando todo empieza a volverse monocrómicamente gris, siempre un hada aparece para insuflar color en tu vida a través de tus labios. Son fáciles de reconocer: no dejan de sonreir, van de blanco y se ruborizan cuando les descubres que son hadas, cuando le reconoces que te da color, que es la culpable de tu sonrisa. Las alas y los polvos mágicos son elementos secundarios, realmente bastaría con reconocer que esa sonrisa... no puede ser meramente humana.
Y hay días que con blanco, me refiero a rojo... dulces sueños, madmoiselle.
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