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15.8.10

Matrimonio

"-Cuando Emhyir var Emreis acabe con Temeria y Redavia -carraspeó Dijkstra-, entonces mirará hacia el norte. Emhyr no va a tener suficiente. Puede resultar que vuestro tratado de pronto no valga ni un pimiento. No hace mucho que hemos hablado de Foltest de Temeria, cuyos tratados con Nilfgaard no le sirvieron más que para comprar dieciséis días de paz...
-Oh querido -se burló Esterad-. Así no se puede argumentar. Los tratados son como el matrimonio: no se los hace pensando en traicionar, y cuando se los hace, no se sospecha. Y al que no le guste, pues que no se case. Porque no se puede ser cornudo sin estar casado, pero reconocerás que el miedo a los cuernos es una explicación triste y bastante ridícula para un celibato obligatorio. Y los cuernos en el matrimonio no son un tema para reflexiones del tipo qué pasaría si... Mientras no se llevan cuernos, no se toca ese tema, y si se llevan, entonces no hay de qué hablar. Y hablando de cuernos, ..."
La Torre de la Golondrina
Confía, gilipollas de mierda.
Es lo único que tienes,
cuídalo porque te arrepentirás
cuando estés solo de nuevo.
Repito: GILIPOLLAS.

12.8.10

Dominación intelectual

"Sin embargo, tenía sus defectos, que no procedían además de su naturaleza vampírica. Regis era un intelectual y le gustaba sobremanera demostrarlo. Poseía la exasperante costumbre de expresar aseveraciones y verdades con todo de profeta, a lo que pronto dejamos de reaccionar, puesto que las aseveraciones expresadas eran o verdades ciertas, o tenían pinta de sere verdad, o no se podían comprobar, lo que al fin y al cabo era lo mismo. Verdaderamente insoportable resultaba, sin embargo, la forma en que Regis respondía a las preguntas antes de que el que preguntaba hubiera terminado de formular su pregunta, a veces incluso antes de que el que preguntaba hubiera tenido tiempo siquiera de comenzar a formularla. Yo tengo para mí que esta al parecer muestra de una inteligencia elevada era más bien síntoma de arrogancia y chulería, y estas cualidades, adecuadas para los ambientes universitarios o para círculos palaciegos, son difíciles de soportar en un grupo con el que viaja todo el día hombro con hombro y por la noche se duerme bajo la misma manta. Sin embargo, no se llegó a un enfrentamiento más agudo gracias a Milva. A diferencia de Geralt y Cahir, cuyo oportunismo nato a todas luces les hacía adaptarse a las maneras del vampiro e incluso competir con él en ello, la arquera Milva prefería medios sencillos y sin pretensiones. Cuando, por tercera vez, Regis le emitió la respuesta a su pregunta a mitad de la frase, lo insultó gravemente, usando de palabras y expresiones que habrían sido capaces de sacarle los colores de vergüenza incluso a un soldado viejo.Lo curioso es que tuvo resultado: el vampiro abandonó sus exasperantes formas en un abrir y cerrar de ojos. De lo que resulta que la defensa más efectiva contra la dominación intelectual es un buen rapapolvo al intelectual que intenta dominar."
La Torre de la Golondrina

4.8.10

Violación oral

" -He dejado este mito para el final -Regis lo midió con los ojos- y yo mismo, con mucho tacto, no lo tocaría si no me hubiera retado Geralt, así que no os lo ahorraré. A los humanos lo que más miedo les produce tiene un contexto sexual. La virgen que se desmaya en el abrazo del vampiro que la está chupando, el jovenzuelo que está entregado a las repugnantes prácticas de las vampiras que yerran con sus bocas por todo su cuerpo. así os lo imagináis. Una violación oral. El vampiro paraliza a la víctima con el miedo y la obliga al sexo oral. O más bien a una asquerosa parodia del sexo oral. Y un sexo así, que excluye toda posibilidad de procreación, es algo repugnante.
 -Habla por ti -murmuró el brujo.
 -Un acto que no es coronado por la procreación, sino por el placer y la muerte -continuó Regis-. Hicisteis de ello un mito malvado. Vosotros soñáis en vuestro inconsciente con algo así, pero os resistís a dárselo a vuestro compañero o compañera. Así que lo hace por vosotros el vampiro mitológico, creciendo así hasta convertirse en un fascinante símbolo del mal."

El bautismo de fuego



... soy sutil, así que tendré que dejarlo claro. Ya me podéis estar empezando a comer el pito si de verdad os afecta tanto lo que escribo aquí. Porque algo está claro... si no lo queréis leer, simplemente no entréis. No tengo más que decir.

12.7.10

Ha de quedar uno

" -No nos engañemos el uno al otro -dijo-. Me odias y yo a ti también. Me humillaste al decir que Yennefer... Sabes el qué. Yo te respondí de forma parecida. Te estorbo y tú me estorbas. Resolvamos esto como hombres. No veo otra solución. ¿A eso has venido, verdad?
-Sí -dijo Geralt, tocándose la frente-. Tienes razón, Istredd. A eso he venido. Sin duda
-Perfecto. Esto no puede seguir así. Hoy por fin me he enterado que, desde hace un par de años, Yenna va y viene entre nosotros como una pelota de trapo. A veces está contigo, a veces conmigo. Huye de mí, para buscarte a ti, y al revés. Otros, con lo que está entre medias, no cuentan. Sólo contamos nosotros. No podemos seguir así. Somos dos, tiene que quedar uno.
-Sí -dijo Geralt, sin separar las manos de la frente-. Sí... Tienes razón.
-En nuestra presunción -continuó el hechicero-, creíamos que Yenna elegiría sin vacilar al mejor. En cuanto a quién era el mejor, a ninguno de los dos le cabía duda. Hemos llegado hasta el punto de competir por ella como dos rapazuelos a base de argumentos y casi como inexpertos rapaces, también, hemos comprendido cuáles eran estos argumentos y qué significaban. Pienso que, al igual que yo, has estado dándole vueltas y sabes cuánto nos hemos equivocado los dos. Yenna no tiene la más mínima intención de elegir entre nosotros, incluso si aceptáramos que sabe elegir. Bien, tendremos que arreglar este asunto por ella. Por mi parte no pienso compartir a Yenna con nadie y el hecho de que hayas venido aquí demuestra que tú tampoco. La conocemos demasiado bien. Mientras seamos dos, ninguno puede estar seguro de ella. Ha de quedar uno. Lo has entendido, ¿verdad?"

La Espada del Destino

Veneno

" -Geralt -gimió Ojazos, sujetando la cabeza entre los brazos-. Me da tanta vergüenza. Me avergüenzo de lo que siento, que es como una maldita anemia, como un resfriado, como el asma...
Él callaba
-Siempre pensé que sería un hermoso y elevado estado del arma, noble y orgulloso, incluso si producía la infelicidad. ¿Acaso no he escrito tantos romances sobre algo así? Y resulta que esto es orgánico. Geralt, terrible y absolutamente orgánico. Así se siente alguien que está enfermo, que ha bebido veneno. Porque del mismo modo que alguien que haya bebido veneno se está dispuesto a todo a cambio del antídoto. A todo. Incluso a la humillación
-Essi, por favor...
-Sí. Me siento humillada, humillada porque te lo he confesado todo, olvidándome de la dignidad, que obliga a sufrir en silencio. Porque con mi confesión te he metido en problemas. Me siento humillada por causarte problemas. Pero no puedo hacer otra cosa. Carezo de fuerzas. A merced de la gente, como alguien con una enfermedad terminal. Siempre he tenido miedo de las enfermedades, del momento en que esté débil, sin fuerzas, sin saber qué hacer, sola. Siempre he tenido miedo de las enfermedades, siempre he pensado que una enfermedad sería lo peor que me podía pasar...
Calló.
-Sé -gimió de nuevo-. Sé que debiera estarte agradecida de que... de que no te aproveches de la situación. Pero no te estoy agradecida. Y esto también me avergüenza. Porque odio ese tu silencio, esos tus ojos aterrorizados. Te odio. Porque callas. Porque no mientes, no... Y a ella también la odio, a esa tu hechicera, de buena gana le clavaría el cuchillo. Porque... la odio. Mándame irme, Geralt. Ordéname que salga de aquí. Porque yo sola, de propia voluntad, no puedo, y quiero salir de aquí, ir a la ciudad, a la taberna... Quiero vengarme de ti por mi vergüenza, mi humillación, quiero encontrar al primero que pase..."


La Espada del Destino