31.3.11

Fuego

Y a quemar la ciudad. No a beber alcohol e irme de fiesta, bailar hasta que me duelan las piernas y saltar al ritmo de la música más mecánica posible; nada de eso, sino a quemar la ciudad. Literalmente quemar la ciudad. Con antorchas, gasolina y napalm. Con mangueras de alcohol puro para hacer dibujos con llamaradas, contratando gente disfrazada de demonios y tragafuegos. Empezar quemando las iglesias y con cuidado continuar por el resto del barrio; observando como los cristales saltan en una nube de hermosura, cómo se extiende por los parques secos y cómo de los institutos salen huyendo todos los niños con sus ropas horteras y sus minifaldas con doce años. Cuando me quede sin cerillas trataré de prender fuego a las ramas y lanzarlas cual antorchas. Como si de una quema de brujas se tratase. Como si todos mereciesen arder y yo me regocijase en sus gritos. Como si fuera un sádico asesino que merece estar encerrado para siempre en una prisión psiquiátrica femenina.


¿Se nota que he terminado un examen imposible? Porque me la suda que haya salido como Dios haya dado a entender... pero isTerminated() == true; así que...

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