20.8.10

Reciclar

No tengo...
No puedo dejar de pensar en tí... pensaría en otra persona, pero para pensar no estoy, y tampoco para comer. Aunque una tarta si, por favor, y con sirope de fresa, ¿Cuánto es? No tengo, ni tampoco tengo sueño, no mamá, eso es absurdo, como un día de verano sin sol, ¿Por qué lo llaman sol? Yo lo llamaría Paco, como el conserje, ¿Qué tal? Yo con sueño, no, no tengo sueño, ni tampoco ganas de pensar, y menos todavía de pensar en tí.

¿Por qué no te das cuenta que te quiero? Es sencillo, te quiero. Es sencillo, pero no facil, no digas que no! No, no lo digas, esto está mal, pero aquello está bien, aunque con chocolate estaría mejor, y sin tanta estupidez. Piensas que estoy loco? Yo no pienso, no fumo ni bebo, pero si cago, y la cago, ayer cagué, y la cagué. No quiero volver a estar contigo, pero no quiero alejarme de ti, ¿Me oyes? Yo no oigo nada... no tengo oido, ni sueño, ni ganas de pensar, y menos todavía en tí, ni tampoco tengo cordura.

No me besas... y yo sueño con eso. Sueño contigo siempre, pero si no tengo sueño! Tampoco tengo ganas de pensar, y menos todavía en tí, ni cordura, ni palabras que decir. No, no soy así. No soy como crees... y no creo como soy. Tampoco creo en dios, pero si en Paco. Paco existe... ¿Lo ves? Yo no te veo... y me gustaría verte. Estás guapa... te estoy viendo si cierro los ojos, pero no puedo escribir, ya no te veo. Ahora veo tus labios, dicen algo, no lo entiendo, ni a mi profesora, que fea, pero tú no, tu eres preciosa. Te regalaría algo.. pero no tengo nada que te guste. Tampoco tengo sueño, ni ganas de pensar, y menos todavía en tí, ni tampoco cordura, ni oído... ni corazón. Donde estará? Creo que lo tienes tú...



Miedo...
Late... late por tí? Lo oyes... Tum-tum... suena como una puerta, abro la puerta, es mi vecino, quiere sal, entra, y sale con la sal. Sale y entra... como cuando estás en medio de... el cine.. y alguien va al baño, tengo ganas de ir al baño, ¿Vienes conmigo? No voy contigo a ninguna parte, ¿Y a alguna parte? Si, pero en coche, que tengo miedo al avión. Yo tengo te tengo miedo a tí, y al avión. El miedo lleva al lado oscuro, enciende la luz, pero no veo la tele, la tele mejor no verla, es la peor droga... achis! me he puesto malo de tanta droga, pero no tan malo como cuando te veo.

Suspiro... No puedes escucharlo? Tu no puedes hacer nada, ni tú, eres menor de edad. Pero si soy grande... pero eres demasiado pequeño, aunque tengas pies de gigante, tengo miedo a tus pies, y al avión y te tengo miedo a tí. Con esos pies llegas rapido a todos lados, no paras de caminar, ¿Quieres estarte quieto? Pareces un niño... no eres mayor, si, lo soy, mamá, este niño me quiere pegar, corro y huyo, me tiro al suelo, me teletransporto... y aparezco a tu lado. Estás tumbada... en la cama con el pijama azul, como el cielo en una tarde azulada, y tengo miedo de que no sé controlarme. Estás preciosa... y yo no puedo controlarme. Tengo miedo... como también tengo miedo del avión, de tus pies, y de tí.

Imagino... ¿No puedes verlo? Estás ciega... ¿Dónde está tu perro? Te voy a comprar uno, marrón, como todos, como la mierda de ese parque, donde me tiraba contigo a ver las estrellas, tan lejos que están, como tú. Tengo miedo de que te alejes demasiado... y de los aviones, y de tus pies, y de no poder controlarme... y te tengo miedo a tí. Si te alejas mucho no podré ir a buscarte en avión, les tengo miedo, entonces tendré que ir en moto, pero mi madre no me deja, y no tengo moto. Me puede llevar una amiga... prestame la moto, no, vale, adios. Fin de la conversación... empiezo otra. Hola. Adios. Una tia demasiado sosa para poder hablar con ella... decido alejarme de ella, pero no tanto como tu te alejas de mí.

Sueño... sueño contigo, como siempre, apareces a mi lado, que ironía, sé que eso es imposible, pero nada es imposible, yo también veo los anuncios, me los creo, lavan mi cerebro, pero no usan jabón, así que se vuelve a llenar de mierda. Sé que solo en mis sueños estoy contigo... por eso sueño, tanto dormido como despierto, y cuando despierto dejo de soñar, regla de tres, simple y directa, odio a la profesora de matemáticas, pero odio más odiar las cosas. Odio muchas cosas... como los aviones o a las alturas. No, a los aviones no los odio... ni a las alturas. Simplemente tengo miedo a los aviones, y a las alturas, y a tus pies, y a no poder controlarme, y te tengo miedo a tí... y tengo miedo, sobretodo, a perderte del todo. A perderte... incluso a perderte en mis sueños. Tengo miedo... me muero de miedo. Pero nadie viene a apoyarme.. ni a darme un abrazo... ni a dejarme apretar su mano cuando pase el susto de la película. Tengo miedo... y tengo miedo porque SÉ que pasará.



Hay días que antes que escribir, mejor es reciclar. Por eso de que sino saldría una mierda.

1 comentario:

  1. Yo sí que me quedo sin palabras... y sin sueño y sin ganas de pensar y sobretodo sin cordura.
    Me ha encantado.

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