7.6.10

Defenderte

Defenderte. Defenderte como si yo fuera el único que pudiese hacerlo. Ver cómo un insensato se ha pasado de la raya y trata de ponerte una mano encima y sentir cómo una sustancia va recorriendo mis venas y tonifica cada uno de mis músculos como si se tratase de pura cocaína. Notar cómo la rabia se mezcla con la adrenalina y me hace levantar en peso a ese gilipollas que me supera en diez kilos. Me intenta golpear pero le desvío el puño con un suave movimiento de muñeca para después plantar mis nudillos en su mandíbula hasta oír que cruje gracias a mí. De su boca sólo salen palabras estúpidas tratando de hacerme perder la calma, aunque apenas se le entiende gracias a su hablar de inculto y a la distorsión provocada por su maxilar tambaleándose tras el golpe. Yo mantengo la compostura y observo su siguiente movimiento, un vano intento de golpe en las costillas que bloqueo con ambas manos cogiéndole de la muñeca para, usando mi espalda como apoyo, elevarlo sobre mí hasta dejarlo caer al suelo. Cuando está bocabajo recomponiéndose tras la caída apoyo mi rodilla sobre sus lumbares y con mis manos inmovilizo las suyas en la espalda, a la altura de las costillas. Me acerco a su oído, 'cuidado con quien te acercas a la próxima vez, bastardo. Elije mejor las víctimas. No es que ella sea incapaz de defenderse como yo he hecho, sino que ella no habría parado hasta haberte matado. Yo, por suerte para tí, soy más calmado'. Cuando trata de contestar no puedo evitar golpear su cabeza de nuevo para evitarlo, no creo que salga nada bueno de esa boca. Te hablo para pedirte el lazo de tu falda, le ato las manos lo más fuerte que consigo y lo ato a la farola de al lado. Cuando he terminado con la obra de arte, te tiendo la mano y seguimos con el paseo. Le dedicamos una última sonrisa al gordo humillado y te acerco para besarte con ternura el pelo. 'No sé si soy yo o.... ¿parece que suena una canción de fondo?'.

Porque siempre tendré el sueño de sentirme por primera vez un hombre. No un chico, sino uno de esos hombres de película que son capaces de salir airosos de una pelea defendiendo lo que más les importa, que pueden tirar una puerta de sólo una patada o son capaces de desatarse simplemente con la fuerza de sus brazos. Si no lo pruebo... ¿cómo saber si soy de verdad un hombre, u otro crío más?

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