¿Quieres que te eche alguno?

Todavía la estoy esperando. Llevo mucho tiempo esperando en mi salón a que llegue. Y nunca llega... no entiendo porqué. No entiendo porqué debo merecer yo esto. No he hecho nada malo... sin embargo, no viene. Llevo toda la vida esperando... y no viene. Me han dicho que es genial, algo mágico, que el mundo se mueve gracias a ella; he leído libros y libros que la describen, canciones que demuestran que existe, parejas que viven por ella...

Todavía estoy deseando conocerla. Y me deprimo porque no viene. Lloro y lloro sin parar... quiero conocerla, y no entiendo porqué no quiere ella lo mismo. No lo comprendo... y lloro. Lloro viendo películas que hablan de ella, lloro abrazando un cogín anhelando su tacto. No logro ni imaginar cómo me sentiría con ella... si no fuera porque todos hablan de ella, creería que ni siquiera existe. La necesito... la necesito demasiado. Sin ella no tengo ni fuerzas para levantarme.. no tengo ganas de nada. Sólo me tumbo e intento imaginarla...

Mientras él estaba tumbado, la Dama Amor seguía esperándole al otro lado de la puerta de su casa. Llevaba toda su vida esperándole... pero él ni siquiera se había dignado a salir de esa puerta. Le oía lamentarse y llorar desde dentro... llorando porque no la encontraba, cuando ni siquiera se había dignado a buscar en la puerta de su casa. Se había pasado la vida llorando porque no la encontraba... y ella esperándole por fuera. Si, simplemente, hubiera levantado la mirada...

Ya tenía demasiado polvo.
Y polvos... a mí ya me sobran,
¿quieres que te eche alguno?