Ahora es especial

Desempolvando.

Ella era normal. Se veía normal, como el resto, y todo lo que le pasaba era absolutamente normal y cotidiano. Por eso no entendía porqué él la veía así. Para él, sencillamente, ella lo era todo. Era la alegría en los momentos tristes, y la tristeza cunado se descontrolaba. Era todo lo que él podía pedir.. y ella no lo entendía.
Todos los días él la despertaba de una manera especial, cambiando cada día. La acompañaba a la escuela y siempre le decía lo guapa que iba, se pusiera lo que se pusiera. Si ella iba de gris, él la veía brillar con colores vivos que le sentaban genial; si ella iba vestida animada, él se encadilaba y la miraba con ojos de admiración pura. Siempre se acercaba cuando ella parecía que le apetecía su compañía, o compañía de alguien; y se alejaba cuando la veía feliz, cuando otro se acercaba o cuando creía que sobraba. Alguna vez, reconoce el chico, tardó en acercarse cuando la veía con ganas... pero por el simple hecho que, la idea de que le echara de menos, le encantaba. La acompañaba de vuelta si hacía un mal día, para que no tuviera miedo; si la veía con compañía o feliz, la dejaba disfrutar a ella, sin molestarla ni agobiarla.
La chica, poco a poco, empezó a sentirse especial. Empezó a sentir como su vida se diferenciaba del resto, y como cada día era diferente... y, en ocasiones, era gracias a ese chico. Se dió cuenta de lo importate que era su vida, de lo que la rodeaba. Poco a poco se fue acercando a ese chico. Ahora se acercaba ella cuando él se alejaba. Ahora le compensaba los largos viajes hasta su casa con un beso... que, poco a poco, fueron cambiando su lugar desde la mejilla hasta los labios.
El tiempo les acabó separando, como era inevitable. Pero, gracias a ese chico tan extraño, ahora es especial... y feliz. Si él hubiera desistido con el primer 'No'...