15.6.10

Te quiero

No puedo abrir la boca sin que se me escape un 'te quiero'. Parece que se apelotonan en mi garganta formando cada vez un nudo más grande y cuando abro los labios aunque sea un simple mascar de chicle o un gesto de sorpresa no puedo evitar que se me escapen varios. Y todos cogen sus alas y tratan de alzar el vuelo como mariposas recién salidas del capullo para intentar llegar a tí. A veces no estás cerca y se pierden en el camino, pero por suerte no son tantas esas veces que te tengo lejos y te suelen llegar... ¿no lo sientes? No todos salen igual. Algunos son simples suspiros que se escapan por mis labios buscando el rozar de tu piel... esos se suelen crear sobretodo cuando te tengo cerca, muy cerca. Otros se convierten en sonrisas, caricias, e incluso algunos se convierten en besos, ¿no los notas? Cada vez que abro mis labios para darte un beso se escapan cientos, casi miles. Parece que mi cuerpo trabaja a un nivel inhumano, por eso mi corazón se dispara, por eso no puedo evitar rodearte con mis brazos; cada una de mis células están creando esos pequeños 'te quiero' que se agrupan en la garganta y salen disparados en ese beso. Recorren mi lengua para buscar el contacto con la tuya o simplemente se evaporan en el aire para entrar en tu cuerpo. Son cientos, demasiados, siento en cada beso como mi cuerpo pierde todas sus fuerzas para intentar cedértelas a tí en esas pequeñas partículas. Pero no sólo vuelan hacia tí en los besos. También salen cientos en los jadeos, sobretodo cuando eres la causante. Salen muchísimos cada vez que me sorprendes en un nuevo detalle, cunado tengo que abrir la boca para moderme el labio y sobretodo cuando me muerdes la oreja y se abren los labios sin poder evitarlo. ¿No te preguntabas por qué me pasaba? Simplemente es imposible aguantar tantos 'te quiero' en la garganta en ese momento sin que se provoque un nudo en la garganta, y es mi propio cuerpo el que involutariamente me hace abrir los labios. Pero no es sólo eso. Hay veces que se agrupan en miles, llegando incluso a cifras de cinco o seis dígitos. Esas veces se amotinan en mis garganta y juegan con las cuerdas vocales a su gusto, abriendo suavemente la boca y susurrándote un 'te quiero'. No es mi lengua la que lo dice, ni mi garganta, ni siquiera mis labios; no te equivoques. Cuando te lo susurro es proque cada parte de mi cuerpo está produciendo cientos de esas pequeñas células, y tanta concentración sólo puede salir de esa manera. Porque creo que simplemente te has ganado que cada una de mis células te quiera de la mejor forma que sabe...

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