- ¿De verdad quieres que hagamos la apuesta? Porque yo estoy seguro que sería capaz de pasarme más de veinticuatro horas seguidas contigo y no pasarían más de diez minutos sin que rieses. De hecho no podrías ni aburrirte.
- Pues vaya asco... si tengo tanto tiempo contigo, yo espero que por lo menos haya diez minutos en los que estemos enfrascados en otra cosa donde no queda tan bien que nos riamos...
- Bueno, digamos entonces que no conseguirás borrar la sonrisa en ese día entero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario