Cojo la ficha del personaje y me la estudio de nuevo. Su historia
no es especial ni llamativa, pero creo que puedo sacarle provecho. No
tiene ninguna habilidad sobrenatural, pero en buenas manos pueden
salirle las cosas bien sin necesidad de una ayuda. Sus atributos sociales parecen oscilantes, la Apariencia la pierde por momentos y el Carisma depende absolutamente del día. Pero no tiene tan mala pinta si lo comparas con el resto de personajes. Me agencio una bolsa con dados, ya que la partida puede ser larga; y sigo
estudiando todos los méritos y defectos para poder interpretar mejor el personaje. 'Ya estoy listo', afirmo en voz alta. Ya puedo comenzar a interpretar mi personaje de hoy...
Porque la vida, en el fondo, no se diferencia tanto de una partida de rol. Cada día, un personaje diferente que tiene que
apañárselas para que al terminar la partida no vaya tan mal. Saber cómo lidiar con el resto de personajes... con la esperanza de que dentro de poco, pueda coger otro personaje más divertido, y no el mismo pringado de siempre que no sabe hacer las cosas como le gustaría.
Surth
Y hoy... ¿Cómo quieres que sea?
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